En la baranda de mi cuna, había un objeto con forma de fresa que ofrecía a mis oídos sonidos sensiblemente organizados, manipulaba mis estados de ánimo. La banda sonora de mis primeros años: “foleys” al roce con mis juguetes y los “hard effects” mentales que mi imaginación hacía sonar, el motor de mi patrulla el rugir de mi camión. La música a cargo de mamá con la Voz de Colombia y Veracruz Stereo - inconscientemente aprendí letras y ritmos de temas de alta rotación y eternos clásicos - , papá y sus vinilos de Tangos y Salsa. Nuestro sonido interno se hace acompañar de una melodía y ésta tiene ritmo. La vida es sonidos y silencios, sensaciones. Vibran en el Universo las armonías que le dan a nuestra persona, las energías que delinean los modos, los caminos y las experiencias necesarias. Adolescencia es una búsqueda, Rock y Amigos se abren mis ojos a la diferencia. A la familia solo le queda resignarse, mi música, mis ruidos, rompí el paradigma tropical.
Llevo la música en las venas y las viñetas de la vida traen consigo músicas y ruidos que transmiten información haciendo más fácil llegar a los archivos mentales más recónditos pues el color del sonido del momento es la ruta más fácil para llegar a los recuerdos. “Hacer memoria de la vida implica volver a escuchar toda la música que hemos sentido. Todo tiene música en la vida, cada momento tiene su melodía.” Toda la vida diseñamos el sonido de nuestra existencia, para llenarnos de significado, tener ciertas atmosferas, recrear recuerdos, intensificar lo que está en nuestros ojos, encontramos nuestros himnos personales, cuenta nuestra historia y generalmente si en nuestros oídos hay música esta apoya lo que vemos.
La naturaleza es un beat, funcionar es sonido. Si algo está claro en mi proyecto de vida es que el sonido es protagonista desde que soy un par de células y el Proyecto Formativo del que fui participe este año es un eslabón de suma importancia en esta cadena que voy forjando de mi experiencia. Dejar claro que mi sensibilidad con el audio puedo cargarla de imágenes y dar mensaje, comunicar concepto, presentar arte. Es evidenciar que el sonido está ligado a los humanos, que los ruidos bien organizados se pueden convertir en la caricia más pura. Ser Técnico en Grabación y Procesamiento de Audio es la oportunidad de hacer de mi vida con el sonido un producto, que puede ser de manera independiente o también trabajando en una productora, procurando mostrar cómo es de primordial el audio en la imagen, transmitir que tan sensible es la realidad con o sin el sonido.
El audio vital seguirá rigiendo mi vida en especial la buena música, el sonido es la herramienta de trabajo de mis sueños y espero seguir aprendiendo en los días adelante, forjar una estética propia del sonido, mostrar posibles audios del cotidiano a los demás.
